Pasaje de la que será mi primera novela, basada en personajes venezolanos y escrita en la ficción de la aventura que en dos meses voy a vivir viajando a esta tierra milagrosa.
La abuela se dirige a la nieta que vive en Estados Unidos y que pretende ir a Venezuela a conocer la llamada "Tierra de Gracia", en sus tiempos de fábulas y fantasías indígenas y guajiras. Principio de la novela (no será el primer pasaje, pero aparecerá por los primeros capítulos). Ficción.
"Mirá mi amor, tenéis que entender que eso son pendejadas, tonterías inventadas por los de allí arriba que te miran, qué digo, te controlan con lupa y no te dejan ni salir de tu casa con zapatos nuevos sin que éstos los revisen primero. No, mamita, no caigais en esas tonterías, gente como vos, como yo, tenemos otras vainas en la cabeza, pajaritos que nos vuelven majaretas y demasiado idealistas, que dicen algunos, pero pa’ que vos me entiendais... yo estoy orgullosa, orgullosa estoy de ver esos pajaritos y de hacerles caso, y de dejarme de las bobadas esas que te dicen que en cuanto más mayor menos soñadora... no míja no, en cuanto más vieja más loca, más cansada del mundo y de sus necedades... eso sí... de ser vigilado y de no tener oportunidad ni siquiera para gritar alto, muy muy alto, o de andar desnudo al mercado, porque entonces creen que estáis violando la ley número nosecuántos del código número nosecuántos, aquél que regula el escándalo público, sí, aquél... y luego nos piden que nos tranquilicemos y dejemos al gobierno actuar con naturalidad... o a los gringos, éstos que se creen mejores que nosotros y que creen que metiéndose en el poder de cada país ellos pueden hacer mejor que nosotros... bah, pero ellos qué sabrán mamita, ellos qué sabrán de nadar por la carretera cuando las lluvias nos inundan o de perseguir lagartos gigantes, como esa iguana que se pasea por la calle como el resto de los pueblerinos aunque poco saben de luces rojas o verdes. No, no nos dejemos engañar por esa manada de conservadores y de chupadores de sangre pobre, que se piensan que pobre es el que no tiene dinero cuando después vas allí y ves todos esos edificios enormes, vacíos de almas... que ni siquiera tienen espíritus con quehaceres pendientes, fijate vos qué tristeza... esas casas sin ventanas y gobernadas por ratas que se esconden en la basura pudiente, y veis esa gente que no sabe ni cómo mirar al cielo ya, porque no reconocen una sola estrella... y no reconocen que puede tener más colores, no sólo el azul y el nebuloso, sino también el rosado, el anaranjado y el multicolor arco iris... siempre yo tan llorosa cuando el cielo se me tiñe de rosado... pero bueno cielo, que siempre pierdo el hilo de lo que venía diciendo... que... ah sí, resumiendo... que sí cariño, venite pa’ acá y observa lo que estos pobres moribundos tenemos para enseñarte, que de tan poco que tenemos cantamos canciones, andamos descalzos, nadamos desnudos y escribimos, escribimos, escribimos... porque esta pobreza nos permite ser poetas. Hasta aquél que jamás ha podido leer sus tan preciados libros de texto, hasta aquél que jamás supo que en la universidad de Estados Unidos se podía uno graduar con un diploma maloliente de Escritor. No mija no, ese diploma lo tenemos nosotros de nacimiento y de experiencias, no te engañeis ni pagueis un real por esas invenciones de los cazaores de fortunas. Agarrá la cámara gringa esa pa’ dales una lección a esos pobretones a ver si podemos perseguir a los fantasmas que, de vez en cuando, tocan piano en la oscuridad de esta casa que ya gruñe y se tambalea, de vieja, de sabia".
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